¿Hemos cambiado nuestros hábitos de consumo tras la pandemia? ¿Sabemos cómo es el nuevo comportamiento del consumidor? Y las marcas, ¿cómo deben responder frente a este nuevo reto?
La pandemia ha traído consigo una pérdida de confianza, interés y gasto, creando así un comportamiento del consumidor completamente nuevo. No obstante, con el paso de los meses, hemos empezado a ver una recuperación en algunos sectores como el de la moda, los vehículos o los viajes, debido al aumento de la vacunación y a la eliminación de restricciones.
A continuación, vamos a dar respuesta a las preguntas anteriores, y a analizar esos cambios que ha comportado la pandemia en los consumidores.
¿Qué cambios ha experimentado el consumidor?
Durante todo este tiempo, el comportamiento del consumidor ha sufrido ligeras variaciones en el aspecto psicológico, marcado por una situación de desconcierto e incertidumbre. ¿Está la nueva normalidad tan cerca como parece? El aumento del ritmo de vacunación ha provocado que aumente la esperanza en esto.
En el ámbito personal, el comportamiento del consumidor se ha visto marcado por cambios bastante importantes, como son: la muestra por una mayor preocupación en cuanto a los ingresos y su gestión, la socialización selectiva relacionándose solo con aquellas que considera más importantes y necesarias, y la adquisición de nuevos hábitos saludables como aumento de la práctica deportiva y la mejora de la alimentación.
Y en cuanto al ámbito laboral, las personas tienen ese sentimiento de inestabilidad en su puesto de trabajo. Como consecuencia, ha aumentado el interés y la inversión en formación para mejorar su posición en el mercado laboral.
Aumento en el ritmo de vacunación y eliminación de restricciones. ¿Cómo afectan estos aspectos al consumidor?
Desde el mes de mayo, en el que se empezaron a eliminar ciertas restricciones a la par que aumentaba el ritmo en la vacunación, el comportamiento del consumidor se ha vuelto más activo. Esto ha provocado tendencias positivas como el aumento de gente en centros comerciales, restaurantes, teatros, etc. También se ha visto un crecimiento en el consumo de cercanía.
Ahora mismo, en plena época estival, ha habido un aumento significativo en el sector turístico. En este caso, los viajes nacionales son los que más seguridad generan al consumidor, dado que lo consideran más cercano y, de alguna forma, controlable. Eso sí, siempre bajo precaución a la hora de hacer reservas, con la posibilidad de cancelación gratuita.
El nuevo consumidor, ¿ahorra o gasta más?
Teniendo en cuenta que el consumidor ahora está más activo, y tras la sensación de necesitar una recompensa por todo lo sufrido este último año, donde han sido meses de mucho ahorro debido a las restricciones, podemos decir que el aumento del gasto y el consumo ahora es inevitable.
Como ya hemos nombrado anteriormente, sectores como el de la moda, la restauración, el turismo, etc., los cuales se vieron gravemente afectados durante el 2020 y en parte también en los primeros meses del 2021, han entrado en una prometedora fase de recuperación gracias al crecimiento de la socialización.
Sin embargo, a la hora de tomar decisiones importantes, sobre todo aquellas que requieren de un proceso de compra complejo y/o una inversión grande, si que se puede observar un consumidor más cauteloso.
Y las marcas, ¿cómo deben responder frente a este nuevo reto?
El nuevo comportamiento del consumidor afecta a las marcas de tal forma que deben poner foco en ayudar a recuperar ciertos hábitos, incluso a transformarlos. Mejorar la experiencia de producto/servicio o la relación con los clientes, son algunas de las claves para aumentar las probabilidades de conversión.
Digamos que las empresas deben apelar, sobre todo, a la resolución de dudas. Teniendo en cuenta que ahora el nivel de desconcierto en la sociedad es muy elevado, el consumidor quiere más facilidades durante el proceso de decisión, sin complicaciones, mensajes difíciles de entender, y opciones flexibles.
Y por último, como sabemos, la pandemia ha tenido un impacto psicológico sustancial en la sociedad. Es por eso que, recurrir a las emociones ha pasado a un primer plano en las estrategias de marketing de muchas empresas, incluso por delante de mostrar sus productos o servicios.